Me acuerdo que cuando recién llegamos a Chile, el año de 1987, mis padres nos regalaron un maravilloso viaje al sur de este país. Las historias que habíamos escuchado de niñas sobre el sur, lugar donde mi padre pasó los veranos de infancia, sumado a las aventureras vacaciones que hicieron con mi madre y los dos hijos mayores de él, solo acrecentaban los deseos que a nosotros, en esa ocasión, nos pasara algo similar.
Pero
aquellas historias pertenecían a otros tiempos, no solo de mayor juventud de
mis padres, sino que de mejor situación económica o donde al menos, tenían un
auto y con el recorrían sin tregua por tierra, transbordador o lo que fuera.
Nuestro viaje que fue realmente esplendoroso, hubo bus, tren, y mucha,
muchísima vegetación porque en esos años
el verde del sur estaba tal cual, las manotas del hombre no habían caído con
frenesí. Y así fue como tanto en Concepción, como en Valdivia, ahondando los
bosques maravillosos que estas regiones poseen, nos encontramos una y otra y
otra vez, con la Araucaria.
Mi
papá nos había contado que era la planta que debía estar en el escudo nacional
porque era de Chile, era el árbol de los mapuches, de donde salían los para mí,
supositorios, para todos piñones. En esos tiempos, ustedes perdonaran los
encontraba de un fome, secos, solo imaginables con los que mi madre nos metía
por el poto, cuando estábamos resfriadas de fiebres altas y corta edad para
impedirlo. Obvio que nunca probé un supositorio pero en color y forma, digamos
que son semejantes. Con los años aprendí a valorarlos, claro, justo ahora que
para encontrarlos hay que irse de rodillas jajaja.
Final
de cuentas quedó siempre como el mítico árbol, espinudo y con esos frutos
particulares, que le daba sello a este país. Con los años entró la moda de La
Araucaria, pese a que se demora como 500 años en si quiera tener forma de árbol
y en el patio de las casas de la gente con onda podías encontrarlos. Pero lo
que ellos no saben es que no todas las Araucarias son originarias ya que están
las paraguayas que aunque no lo crean tienen sus diferencias marcadas, claro
para eso tienen que tener un papá como el mío que nos hizo detectar cada rama,
pinchudas seudo hojas, sumado a la bola mayor que posee los piñones aquellos.
Realmente
una especie particular y por tal hermosa. Si no tiene tanta prisa por verla
crecer, hágase el tiempo y cómprela, que
no le pasen gato por liebre y
plante en su patio, jardín, parcela, campo, hectáreas este nuestro árbol
nativo.
De
historias.
Araucaria
araucana / La araucaria o pehuén (Araucaria araucana), también llamada
piñonero, pino araucaria o pino de brazos es un árbol nativo de Chile y
Argentina, que hoy en día se encuentra distribuido en zonas muy restringidas de
la Cordillera de los Andes y en una pequeña población de la Cordillera de la
Costa chilena.
Descripción:
Es un árbol perenne, de hasta 50 m de altura, con tronco recto, cilíndrico, a
veces muy grueso (3 m o más). Las ramificaciones comienzan a varios metros del
suelo; en los ejemplares más viejos, se disponen en verticilos de 5 ramas que
se extienden perpendiculares al tronco; estas ramas son flexibles y tienen
hojas agrupadas hacia los extremos.
De
hojas.
Sus
hojas son de extrema dureza y están provistas de un mucrón (espina) en la
punta, de color verde oscuro. Las hojas son de 3 a 4 cm de largo y están
dispuestas de manera imbricada sobre la ramilla, donde permanecen durante
varios años.
Existen
plantas masculinas y femeninas, con diferencias morfológicas en las placas que
forman la corteza y en las flores, siendo mucho más vistosas las femeninas.
Ecología.
Hoy
en día esta especie está distribuida en la cordillera de los Andes
principalmente en grandes extensiones del Parque Nacional Lanín en Neuquén
(Argentina), entre 37º S y 40º S, y también en la Cordillera de la Costa
(Chile), donde se la encuentra sólo en la Cordillera de Nahuelbuta (VIII
Región). ARAUCARIA CHILENA Araucaria
araucana
Crece
únicamente a más de 800 m sobre el nivel del mar, y de manera óptima en la cota
de los 1000 m. Se la encuentra en terrenos rocosos y arenosos con buen drenaje
(por lo común de origen volcánico), en alturas donde la nieve permanece sobre
el suelo durante largas temporadas y generalmente en lugares de bajas temperaturas.
Se
halla asociada a bosques mixtos de lenga, ñirre y coigüe, pero en general tiene
tendencia a formar bosques puros.
Debido a su lento crecimiento se han observado araucarias que han alcanzado hasta 1000 años de edad.
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