sábado, 20 de septiembre de 2008

EL ARBOL DE LA PLUMA
















Otra de las situaciones "especiales" del advenimiento de la primavera, es la diversidad de aromas que cubren el aire. Entre los dulces y deliciosos esta el que produce "LA FLOR DE LA PLUMA". Un árbol y a la vez enredadera, que produce unos racimos ya sean blancos o lilas que inhundan el ambiente de un olor maravilloso.
LA HISTORIA:
Nombre científico o latino: Wisteria sinensis
Nombre común o vulgar: Glicinia, Glicina, Flor de la pluma.
Familia: Leguminoseae (Leguminosas).
Origen: China y Japón.
Arbusto caducifolio trepador y robusto de hasta 15 m.
Llega a vivir más de 100 años.
Hojas compuestas de 7-13 folíolos ovales con pelos sedosos cuando jóvenes, y luego glabros.
Flores de color violeta o malva de 2,5 cm agrupadas en grandes racimos colgantes de 15-20 cm de largo muy vistosos.
Espectaculares flores a finales de primavera repitiendo a veces en otoño.
El cultivar 'Alba' posee flores blancas (ver foto superior).
Al adquirir un ejemplar es conveniente que esté en flor para asegurarse tanto del color como de la intensidad del perfume, más o menos pronunciado según variedades.
Frutos: sus frutos son vainas alargadas, legumbres, aterciopeladas y muy vistosas.
Usos: ideales para cubrir paredes, muros, pérgolas y enrejados.
También como arbolito en una gran maceta.

domingo, 14 de septiembre de 2008

EL CIRUELO











EL ARBOL DE CIRUELO.
Con el advenimiento de la nieve en pétalos de flor de ciruelo, damasco y durazno, en que se ha convertido Santiago en los últimos días, es que pensé hacerle los honores al ciruelo -por ahora-. Estos arboles tan especiales, delicados y con tanta reminisencia de oriente.
Ahi se los dejo.
El ciruelo pertenece a la familia de las Rosáceas, al género Prunas y la especie doméstica.
Su origen está situado en el Caúcaso y Persia. Y se trata de un árbol caducifolio de tamaño mediano con una altura máxima de 6 metros. Su corteza pardo-azulada y brillante, produce ramas alternas, pequeñas y delgadas.

Su sistema radicular es de raíces largas, fuertes, poco ramificadas y poco profundas, que emiten con frecuencia vástagos. Sus hojas son oblongas, aserradas, de colores verdes, lisos por el haz y pubescentes por el envés. Y sus flores con cinco pétalos, que aparecen en pequeños ramos cortos al año de edad, son blancas, solitarias y con pedúnculos más cortos que los de las flores del cerezo.
Su fruto es una drupa redonda u oval recubierta por una cera blanquecina (pruina), de color amarillo, rojo o violáceo, con un hueso oblongo, algo áspero y que por un lado presenta una sola costilla. Dentro del hueso se encuentran dos semillas o más frecuentemente una sola, por aborto de la otra.
El ciruelo es un frutal muy rústico y fácil de cultivar. Resiste muy bien las bajas temperaturas y aunque florece muy temprano, sus flores son bastante resistentes a la misma.
Aunque prefiere los climas templados, se desarrolla bien en climas relativamente fríos, con tal de cultivarlo en sitios bien abrigados. Sufre la escasez hídrica en verano y los frutos y las ramas finas son sensibles a los vientos. Puede cultivarse hasta altitudes de 700 metros.
Aguanta bien la caliza, la humedad y los terrenos compactos, debido principalmente a su sistema radicular superficial.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

EL OMBÚ






















EL OMBU.
El Ombú es realmente el árbol ideal para cualquier novela de fantasias, mitologias e historias en las que el habitat sea éste inmenos árbol.
El Ombu da la impresion de ser un gran elefante echado, tiene una parcimonia, una paz externa que llama a acurrucarse entre sus raices, entre los agujeros que se forman en medio de sus ramas y dormir, dormir plácidamente protegido del sol gracias a sus acolchadas y frondosas hojas verdes.
Recuerdo que con el Ombú me paso que lo reconoci en las calles de Santiago, especialmente en Providencia con Antonio Bellet, unos arboles inmensos pero limitados en sus amplias raices, enjauladas para que no crezcan mas alla de lo permitido.
Despues viaje a Buenos Aires y en la Recoleta, fue que descubri la maravilla de la libertad, de dejar que cada uno de éstos hermosos árboles pudieran crecer a merced de sus deseos ha sus anchas, ocupando todo el espacio que se les antoje. Así es como uno puede pasearse por entre medio de las raices, de las enormes pero chatas ramas o escalar las que son mas altas. Posee por su caracteristica particular de ser alto pero ancho, una agradable sombra.
Es lo más este preciosuro!!
DATOS CIENTIFICOS:
Planta gigante de porte arbóreo, que alcanza los 15 m de altura y los 20 m de diámetro de copa. El “tronco” está muy desarrollado y forma una especie de pedestal junto con las prominentes raíces. Corteza pardo clara, ligeramente rugosa. Follaje caduco. Hojas generalmente grandes, en especial si crece a la sombra, con pecíolo rosado. Frutos en racimos colgantes, pardo claros a la madurez. Dioico. Copa globosa.
Hábitat: selva misionera, quebrachales de quebracho colorado chaqueño (Schinopsis balansae Engler), bosque xerófilo de tala (Celtis tala Gill. ex Planchon), etc.
Distribución geográfica: sur de Brasil, Paraguay, Uruguay y noreste de Argentina. En Argentina crece en Formosa, Chaco, Misiones, Corrientes, Entre Ríos, norte de Santa Fé y Buenos Aires, donde se extiende por el bosque xerófilo de talas hasta el partido de Magdalena, en las cercanías de Verónica.
Se sabe que comenzó a ser plantado hacia mediados del siglo XVIII, ya que ante ese “mar de pastos” servía presumiblemente como punto de referencia en la monótona inmensidad de la llanura, y también como mojón y lugar de descanso. El ombú se convertiría en un hito para los viajeros de la planicie.
Usos: ornamental. Sombra. Usado en medicina popular como emético, fuertemente purgante, febrífugo, astringente, antiséptico y vulnerario de uso externo. Es rico en oxalato de Calcio, presente en toda la planta, pero especialmente en las raíces. La corteza de la raíz contiene un alcaloide: la fitolaccina (Domínguez, 1928). También es rico en saponinas y potasa, razón por la cual sus cenizas se mezclaban con el sebo y se obtenía el jabón casero en la época colonial. Las hojas se usan para lavar.
La “madera” (que en realidad no lo es) semeja al hojaldre y está formada por capas alternadas de material leñoso y no leñoso, ya que presenta crecimiento secundario anormal. Peso esp. 0,374 kg/dm3.
Se reproduce por semillas en tierra de mantillo, protegidas del sol. Se puede multiplicar fácilmente por estacas. Crecimiento rápido.