Al árbol Crespón, lo conocí cuando llegué a Chile, en 1987, gracias a mis abuelos Titin y Marta. Ellos tenían dos en el patio de su casa. En esencia es un árbol ornamental, dígase que cumple más bien como un hermoso adorno, cuando lo cuidan.
Ya que posee primero que nada un tamaño que no excede el metro de altura. Sus ramas deben ser podadas para que si bien no parezca un arbusto, no se extienda por los cielos, junto con el tronco y su segunda gracias, que son los que le dan nombre, es decir, los crespones de flores que comienzan a salir en primavera, puedan lucirse y no solo los vean las nubes, pájaros y el cielo.
Tercero o quizás el rasgo que a mí me cautivó, es la de la corteza de su tronco, porque parece un cuadro. Ya que su corteza de piel lisa, tersa, suave y con algunas manchas que dan la impresión de haber sido pinceladas. Es realmente una belleza.
La primera vez que los vi en el jardín de mis abuelos, tuve que acercarme para tocarlo, pasar la palma de mi mano por la tersura de su corteza y constatar, que no era un cuadro, sino que real, real, real. De hecho, mucho tiempo después conocí casualmente los cuadros de un pintor naturalista chileno, de nombre Pedro Lira, que varias veces inmortalizó al crespón en sus obras.
Aquí en Chile se le conoce como crespón, su nombre en latín es Lagerstroemia indica y en otros países se le conoce como: árbol de júpiter, o lila de las indias, o lila del sur, o espumilla. Finalmente de al familia de las lythracea. Su origen (seguro que por su belleza sin igual), es chino, es una planta introducida en Europa poco después de la mitad del siglo XVIII. Alcanza una altura habitual de 2 a 8 metros (y nunca más vimos sus crespones coloridos), llegando incluso a alcanzar los 15 metros aunque tarda muchos años en tener esa presencia tan significativa.
Características personales:
Sus tallos nuevos son de sección cuadrangular. De hojas caducas, opuestas, las superiores alternas, de 2,5 a 7 centímetros de largo, redondeadas en la base, color verde oscuro grisáceo. La floración es en primavera y después continúa durante el verano y en algunos países, también en los inicios del otoño.
Es sin lugar a dudas un árbol poético y artístico a la vez.